- Arregla los desperfectos. Los pequeños desperfectos pueden influir negativamente en la percepción de la vivienda. Sí, tú ya te has acostumbrado, pero de cara al público general muy mala imagen. Por ejemplo: grifos que gotea, persianas rotas o puertas/ventanas que no cierran bien. La ventaja es que estos pequeños desperfectos tienen fácil solución, así que…¡A trabajar!
- Pinta de nuevo la vivienda. Una casa recién pintada siempre da la sensación de ser mucho más nueva de lo que realmente es. Por este motivo, una mano de pintura podría ser una pequeña inversión que nos ayude, no sólo a conseguir una venta más rápida, sino también una venta por un importe mayor. Y recuerda, colores suaves. Pintar una vivienda es una buena opción para cambiar por completo su apariencia e incluso aportar luminosidad y amplitud a los espacios.
3. Decoraciones neutras. A la hora de preparar la casa para la venta, es importante retirar todos los objetos personales para que los compradores puedan visualizarla como si fuera suya. Es interesante poner ciertos detalle decorativos, como plantas o cuadros. Pero hay que hacerlo con modelación y deben ser lo más neutros posibles. Decántate por cosas sencillas que le guste a prácticamente todo el mundo.
4. Limpia y ordena a fondo. Algo que parece bastante básico pero que en ocasiones se los puede escapar. Por un lado, procura que la casa se vea limpia y ordenada en todo momento. La cocina y el cuarto de baño son algunas de las estancias a las que deberás poner especial atención en cuanto a limpieza se refiere.
Por ejemplo, todos nos lavamos los dientes, pero no hace falta que los visitante sepan qué marca de pasta de dientes utilizas o si el cepillo es eléctrico o manual.
Por otro lado, intenta evitar todo lo que no sume a la venta de la vivienda (revistas, pilas de libros, ropa tirada, juguetes en el suelo…). La organización ayudará a que tus visitas tengan una mejor percepción de los espacios. Intenta cuidar los pequeños detalles, porque son los que marcan la diferencia.
5. La importancia de los olores. Es una de las primera sensaciones que percibimos cuando entramos en un espacio errado. Puedes utilizar algún tipo de ambientador suave o incluso preparar café antes de las visitas. El olor a café recién hecho siempre da a las viviendas una sensación muy hogareña.
6. Ilumina correctamente. Es fundamental. A todos nos gusta qu nuestra vivienda sea luminosa, por lo que los compradores que van a visitarlas, no van a ser distintos. Cuando planifiques las visitas, procura que sea a una hora en la que la luz natural pueda entrar en tu vivienda. Para ello, retira o abre cortinas que bloqueen el paso de la luz.
Si no es posible, cuida la iluminación artificial. Es mejor poner una luz neutra, ni muy fría ni muy cálida. Y en estancias como el salón o el dormitorio principal considera poner una luz ambiental además de la luz principal.